"-Ante ti hay una mujer en bolas, y tú la miras como, no sé, como una obra de arte. Si te gusta, te la ligas y te la follas. O no te la folles, pero no la mires como si fuera una puñetera estatua.
-Pero lo que me interesa es la obra, la belleza, ¿ves?
-La belleza es una mierda. Deseo a una mujer, entonces la dibujo.
-¿Para ligártela?
-No has entendido nada. Dibujar no sirve para nada más que para dibujar. Cuando he dibujado a una mujer, ya no necesito follármela. (...) Coje una hoja. Dibuja.
-No sabría cómo.
-Dibuja. No sabe por dónde empezar, señor Toussaint.
-Sí. Eso es.
-No sé si hay que hacer un trazo y seguirlo poco a poco o hacerlo todo de golpe.
-Las dos cosas, hijo.
-¿Debo dibujar primero los pies? ¿Hay que hacer trazos? ¿O grandes manchas? ¿Debo dibujar la silueta o el interior? ¿Debo dibujar un esqueleto y poner los músculos y la piel por encima? ¿O bien debo dibujarlo visto desde fuera? ¿Tengo que utilizar los recuerdos que tengo del cuerpo de una mujer o limitarme a dibujar a esta mujer?
-Es difícil, ¿eh?"
Pascin, Joann Sfar
Ante ti hay una mujer...
9.10.07
Editado por Manuel Gutiérrez a las 23:35
Etiquetas: Joann Sfar
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