El don de soñar

25.12.07

"Ahora mismo, que estoy inactivo en la oficina, y se fueron todos a comer menos yo, observo, a través de la ventana empañada, al viejo bamboleante que recorre lentamente el paseo al otro lado de la calle. No va bebido; va soñador. Está atento a lo inexistente; tal vez espere todavía. Que los Dioses, si son justos en su injusticia, nos conserven los sueños incluso cuando sean imposibles, y nos concedan buenos sueños, incluso si son triviales. Hoy, que todavía no soy viejo, puedo soñar con islas del Sur y con Indias imposibles; mañana tal vez me sea concedido, por los mismos Dioses, el sueño de ser dueño de un estanco pequeño, o jubilado en una casa de los alrededores. Todos los sueños son el mismo sueño, porque todos son sueños. Que los Dioses me cambien los sueños, pero no el don de soñar."

Libro del desasosiego, Fernando Pessoa

El futuro

"El futuro, ese precipicio, me aterra hasta tal punto que me gustaría ver desaparecer hasta la idea de él. Pues es el fondo de esta idea, mucho más que el deslizamiento hacia el abismo que encubre, lo que me angustia y me impide saborear el presente.Mi razón se tambalea ante todo lo que llega, ante todo lo que debe llegar. No es lo que me espera, es la espera en sí, es la inminencia como tal, lo que me roe y me espanta. Para hallar un simulacro de paz necesito aferrarme a un tiempo sin mañana, a un tiempo decapitado."

El aciago demiurgo, Emile Cioran

El último espejo

23.12.07

"Todo aquel que atraviesa el corredor del Miedo
llega fatalmente al Último Espejo
donde una mujer abrazada a tu esqueleto nos muestra
cara a cara el infierno
de los ojos sellados de los ojos cerrados para siempre como en una máscara
de muerta representando en el más allá el teatro último:
así miré yo a los ojos que borraron mi alma
así he mirado yo un día que no existe en el Último Espejo."

El último espejo, Leopoldo Mª Panero

Matías y Pedro

19.12.07

Matías el gangoso era guapo como un abedul entre ortigas. Pedro no carecía de gracia, una especie de halo simiesco totalmente despreciable para el género femenino de hormonas alteradas.
Matías atraía a estas como la miel a las moscas pero su vocación de bobalicón hacía que las más estiradas y macizas escaparan.
Pedro, aún feo como un tronco humeante, destilaba sus palabras con brío de alquimista, ágil de lengua y concienzudo delineante del bello castellano: engatusaba a cualquiera. A cualquiera. Pero seguía sin follar. Se convertía en el paño de lágrimas de los amoríos de las féminas más promiscuas y la esperanza de los sueños principescos de las gordas.
No había solución, Matías y Pedro tenían que trabajar juntos si querían comerse algo con olor a fresa: Matías pondría el careto y Pedro la verborrea.
La idea les vino viendo Mad Max por quinta u octava vez, exactamente cuando en la “Cúpula del Trueno” pelea a muerte Mel Gibson contra una dupla de gigante atolondrado y un cerebro vil de patas cortas: serían esos dos contra las hordas femeninas de Gibson… o algo así. Matías atraería al mejor género y Pedro remataría con generosa concupiscencia.
Quien iba a pensar que al tiempo de poner en práctica la estratagema un par de chavalas se acercarían al querer amistoso de tales individuos; el problema no era tanto descifrar cómo un plan tan patético había funcionado, si no decidir quien se quedaba con una u otra muchacha para atacar “a saco”. Cómo decidir si una era lista y perspicaz -pero fea cual holocausto- y la otra bellísima, como esculpida por Fidias -pero más seca que una piedra en un desierto-.
Como búhos en un zeppelín se miraron y se plantearon por primera vez cosas que nunca ni siquiera sabían que existían, esas cosas que sabes que llegan algún día y que nunca se van…
En ese instante a los cuatro les atravesó la infancia de seguido y a más de uno le salió alguna cana.


Manuel Gutiérrez

Me he perdido

18.12.07

"Lo intenté por tercera vez, me enfundé en mi traje beige, miré hacia el suelo y me santigüé, te encontré entre los escombros.
Y aún quedaba un muro en pie, te vi apoyada en él y creo que lo hacías para no perder la fe, el Cristo en la pared se encogió de hombros.
Y tú con tu voz, esa voz y tu pálida piel, con el brillo en tu pelo del trigo, con ese otro brillo que imagino tras tu abrigo.
Pasaste estos últimos inviernosal calor de un infierno construido en el amor para acabar en demolición.
Me dices: ahora ya estás advertido, no te fíes de un animal herido.
¿Y qué te iba diciendo yo? Me he perdido.
Lo intenté siete veces más, quería ver lo que hay detrás de tu imperturbabilidad y abrir tu puerta de cuarenta y tres candados.
Te adiviné en tu balcón silbando una larguísima canción, pensando es esto lo correcto o no, así que hice chas y aparecí a tu lado.
Lo sabes, ahora ya estás advertido, no te fíes de un animal herido, y yo, descuida, le mentí, soy un experto cazador.
¿Lo has visto? Es mi mundo derruido, lo que hoy es puro mañana está podrido.
¿Y qué te iba diciendo yo? Me he perdido.
Mátame si ya no te soy de utilidad, mátame tras leer el mensaje, pero ahora me desnudaré sin quitarme el traje.
Lo he visto, este mundo al derrumbarse, que lo natural es odiarse, me dijiste, he de reconocer, con cierta convicción. Y entonces entonaste dulces gritos, comenzó el más viejo de los ritos. Fuiste tú, fui yo, sencillamente fue algo superior. Y añadiste, si lo hacemos tonto mío, pues hagámoslo como es debido. ¿Y cómo es eso? pregunté. Y tú me dijiste: justamente así no.Y paraste, me lo tengo prohibido.Y yo protesté empapado y más que aturdido, y ahora sí que sí que yo me he perdido.
Que ahora sí que me he perdido, porque sólo es pensar en ti y acabar perdido, porque sólo con pensar en ti me pongo perdido."

Me he perdido, Nacho Vegas

Estaba preservado

"Estaba preservado
en ella
El fresco milagro
de
la sorpresa."

Desierto, James Douglas Morrison

Nada a nadie

"No cuenten nada a nadie. Si lo hacen, empezarán a echar de menos a todo el mundo."

El guardián entre el centeno, J.D. Salinger

Sin ti...

7.12.07

"Sin ti las emociones de hoy no serían más que la piel muerta de las de ayer."

Amelie, Hipólito

El anarquista

"Al paso de Roosevelt por la Argentina, el fugado gallego –el anarquista- no pudo hacer detonar la granada destinada al presidente… en su desespero apartó a la gente de su lado y se hizo inmolar al grito de ¡viva la anarquía!"

La fuga, Eduardo Mignogna

Ni las palabras que te narro

21.11.07

Ni las palabras que te narro
ni las mentiras de medianoche secarán mi cama tibia de luna menguante,
arriba en la buhardilla te esperaré
y ni las palabras que te narro
ni las mentiras vespertinas secarán mi cama de ti.


Manuel Gutiérrez

Juguetes para un Futuro Mejor

"[...] -Quiero crear una línea que se llame "Juguetes para un Futuro Mejor". Y estarán diseñados para que si el coeficiente intelectual de un niño no alcanza un nivel determinado, no sobreviva al juguete. Así que a una edad temprana ya se va depurando la reserva genética. Los niños estúpidos no son ni de lejos tan peligrosos como los adultos estúpidos, así que es mejor eliminarlos antes de que crezcan. Sé que parece una idea cruel, pero es una expectativa razonable.
Se ríe y dice:
-Claro que es una broma. Igual que la línea de juguetes que quería hacer para niños ciegos y que se llamaba "Juguetes Fuera de mi Vista".[...]"


Error humano, El Hombre Cohote entrevistado por Chuck Palahniuk

Si no hago lo que leo, me meo

20.11.07

"[...] El filósofo danés Soren Kierkegaard define el terror como el conocimiento de lo que tienes que hacer para demostrar que eres libre, aunque hacerlo te destruya. Su ejemplo es Adán en el Jardín del Edén, feliz y contento hasta que Dios le enseña el Árbol del Conocimiento y le dice: "No comas esto". Ahora Adán ya no es libre. Solamente hay una ley que tenga que violar, que deba violar, para demostrar que es libre, aunque hacerlo lo destruya. Kierkegaard dice que, en el momento en que nos prohíben algo, lo tenemos que hacer. Es inevitable.[...]"

Error humano, Chuck Palahniuk

El futuro terminó en 1962

"[...] Según Seth, el futuro terminó en 1962, en la Feria Mundial de Seattle. Ahí termina todo lo que debíamos heredar: el hombre llegó a la luna en esa década del milagro del amianto, de la energía nuclear y el combustible fósil; la era espacial, cuando podías subir a visitar el apartamento-platillo volante de los Supersónicos y montarse en el monorraíl para ir hasta el centro de la ciudad y comprarte una gorrita de moda, de esas tan divertidas.
Todas esas esperanzas, investigaciones, ciencia y glamour están ahora en ruinas:
El Space Needle.
El Centro de la Ciencia, con sus cúpulas caladas y sus globos colgando.
El monorraíl, que pasa como un rayo cubierto de aluminio pulido.
Así es como se suponía que iban a ser nuestras vidas. (...)
(...) - La gente que ahora va al Space Needle tiene puestas las lentejas en remojo en casa y pasea entre las ruinas del futuro como bárbaros cuando encontraron las ruinas griegas y pensaron que seguramente las había construido Dios. (...)
(...) Lo más triste es cuando el tipo del uniforme de plástico que maneja el ascensor se olvida por completo del futuro. Y echa a perder la diversión del momento, mirándonos como si fuésemos cachorritos de esos que se ven en los centros comerciales. Cachorritos que rezuman un líquido amarillento por los ojos y por el culo, y uno sabe que nunca más volverán a evacuar nada sólido, pero aun así siguen a la venta por seiscientos dólares. Los cachorritos están tan tristes que incluso las chicas gordas que llevan permanentes baratas se pasan horas dando golpecitos al cristal del escaparate y diciendo: "Te quiero, pequeñín. Mamaita te quiere, cosita".
El futuro ya está arruinado para algunos.[...]"


Monstruos invisibles, Chuck Palahniuk

Yendo

16.11.07

"Esta mañana hay una errata en el menú del hospital. Lo que quieren decir, creo, es que esta noche servirán el asado con rábanos importados. Pero lo que dice aquí, en la bandeja del desayuno, es que servirán el asado con rábanos amputados.
Una palabra que a nadie le gusta oír después de haber dado dos vueltas de campana a noventa para aterrizar de costado en una zanja."

Razones para vivir, Amy Hempel

Verano fatal

26.10.07

"Lo vi en un escenario intentando disparar, a este chico solitario no me tengo que acercar, tus ojos me encontraron en la última canción no sé si era una promesa o una premonición.
Te observo al descender y una extraña sensación después, cómo poco a poco me voy empezando a encoger, llegando a la ciudad la mujer del tiempo nos dirá que a una primavera en calma siempre le sucederá un verano fatal.
No tenemos que escondernos alguien nos encontrara, hacer siempre lo incorrecto es una forma de acertar, la mañana nos recoge donde muere la ciudad, yo buscando tu fuerza y tu mi debilidad.
Te vuelvo a escuchar en esa forma especial de hablar, para ser un buen cantante tienes que desafinar, hoy hace más calor y me tienes atrapado en tu rincón, quien podría imaginar lo que nos iba a deparar un verano fatal.
Y aquí las noches llegan y nos pasan como un reactor y todo lo que nace, nace casi como por un error y las gaviotas chillan que ya está cerca el final de un verano fatal.
Te pierdo entre la gente que ha venido a celebrar que llega el presidente y dice que nos va a salvar, veo pasos en la orilla y te vuelvo a encontrar en el agua de rodillas cruzando hacia altamar.
Y hablamos del amor pero es la hora del adiós y el viejo que no sabe nada con su acordeón y al huir de la ciudad la mujer del tiempo nos dirá que a un otoño desastroso siempre le precederá un verano fatal."

Verano fatal, Nacho Vegas y Christina Rosenvinge

Suave como el peligro

17.10.07

"Suave como el peligro
trazaste un día con tu mano imposible
la frágil medianoche
y tu mano valía mi vida y muchas vidas,
y tus labios casi mudos decían lo que era el pensamiento.
Pasé una noche a ti pegado
como un árbol de vida
porque era suave como el peligro,
como el peligro de mi vida."

Leopoldo Mª Panero

Los sueños del prisionero

14.10.07

"La ciudad carcelaria ha cerrado sus puertas
y te has quedado dentro
acariciando el frío que hiela sus almenas.

Esta vez soñarás con la verdad metida
en un frasquito azul
y el abrazo vacío del que se siente solo.

Pensarás que en ti habita
la esencia del dolor
como un duende sin alas
que espera que el futuro
le deje conceder algún deseo.

La ciudad carcelaria
a veces se apodera del temblor de tus labios
cuando lloras dormido
y nadie te cobija en su regazo.

Te van a despertar
las palabras que escribes
convertidas en hormigas.
Las verás deshacer cada párrafo
y en hileras muy finas
recorrer las paredes de tu celda.

Esta vez soñarás que la ciudad no existe
y los poemas son el único lenguaje
que te queda.

A veces las palabras
anidan por sí solas detrás de tu garganta
y dicen lo que piensas,
entonces se te olvida
que arrastras las cadenas
de una ciudad sin alma
donde sólo tus sueños
reconocen sus calles.

A veces nos miramos,
te apoyas en mi cuerpo
de gárgola deforme
y duermes como un ángel,
y yo que estoy despierta para siempre
te envidio cuando sueñas."

Compañera de celda, Ana Merino

El hombre del tiempo

10.10.07

"Sí,
prepárense
tendremos un otoño lluvioso amigos del tiempo y del corazón,
después vendrá la recompensa dulce del sol amigos del tiempo
abriremos nuestro pecho a la luz,
es nuestra vida, es nuestro tiempo,
pero ahora marca nuestro paso el tambor triste de la lluvia, esta melancolía
esta música..."

El camino de los ingleses, Antonio Soler

El camino de los ingleses

9.10.07

"No,
nunca,
desde ninguna terraza
desde ningún mirador,
ni faro ni azotea
vimos las costas de África.
Pero allí,
detrás del horizonte
siempre intuimos el fulgor de lo desconocido,
el reflejo de la vida que
quién sabe
quizá jugando en otra ruleta
habriamos podido alcanzar."

El camino de los ingleses, Antonio Soler

Ante ti hay una mujer...

"-Ante ti hay una mujer en bolas, y tú la miras como, no sé, como una obra de arte. Si te gusta, te la ligas y te la follas. O no te la folles, pero no la mires como si fuera una puñetera estatua.

-Pero lo que me interesa es la obra, la belleza, ¿ves?

-La belleza es una mierda. Deseo a una mujer, entonces la dibujo.

-¿Para ligártela?

-No has entendido nada. Dibujar no sirve para nada más que para dibujar. Cuando he dibujado a una mujer, ya no necesito follármela. (...) Coje una hoja. Dibuja.

-No sabría cómo.

-Dibuja. No sabe por dónde empezar, señor Toussaint.

-Sí. Eso es.

-No sé si hay que hacer un trazo y seguirlo poco a poco o hacerlo todo de golpe.

-Las dos cosas, hijo.

-¿Debo dibujar primero los pies? ¿Hay que hacer trazos? ¿O grandes manchas? ¿Debo dibujar la silueta o el interior? ¿Debo dibujar un esqueleto y poner los músculos y la piel por encima? ¿O bien debo dibujarlo visto desde fuera? ¿Tengo que utilizar los recuerdos que tengo del cuerpo de una mujer o limitarme a dibujar a esta mujer?

-Es difícil, ¿eh?"

Pascin, Joann Sfar

Retrato de un joven malvado

7.10.07

"... empezabas tu lectura sin convicción, como leyendo los manuscritos de un amigo desgraciado y muerto en la provincia, de un amigo sin talento al que íbamos a exhumar ahora por puro tedio. Qué vacía la voz, qué hueca la prosa, qué sin música el verso, (...) y fuera del círculo de luz había sólo sombras, vacío, burla, fracaso, misterio (...). Mas llegaba el final, sonaban unos aplausos huecos, (...) y bajabas al nivel de los mortales, descendías del cadalso con tu propia cabeza en la mano, (...) no eras nadie, nada, realmente, y al final de la velada tendrías que volver a la pensión con tu cabeza debajo del brazo, hasta colocártela otra vez sobre los hombros, malamente, ante el espejo del armario."

Retrato de un joven malvado, Francisco Umbral

Recuerda que tú existes tan sólo en este libro

"Recuerda que tú existes tan sólo en este libro,

agradece tu vida a mis fantasmas,
a la pasión que pongo en cada verso
por recordar el aire que respiras,
la ropa que te pones y me quitas,
los taxis en que viajas cada noche,
sirena y corazón de los taxistas,
las copas que compartes por los bares
con las gentes que viven en sus barras.
Recuerda que yo espero al otro lado
de los tranvías cuando llegas tarde,
que, centinela incómodo, el teléfono
se convierte en un huésped sin noticias,
que hay un rumor vacío de ascensores
querellándose solos, convocando
mientras suben o bajan tu nostalgia.
Recuerda que mi reino son las dudas
de esta ciudad con prisa solamente,
y que la libertad, cisne terrible,
no es el ave nocturna de los sueños,
sí la complicidad, su mantenerse
herida por el sable que nos hace
sabernos personajes literarios,
mentiras de verdad, verdades de mentira.
Recuerda que yo existo, porque existe este libro,
que puedo suicidarnos con romper una página."

Diario cómplice, Luis García Montero

Báilame el agua

"Báilame el agua. Úntame de amor y otras fragancias de tu jardín secreto. Riégame de especias que dejen mi vida impregnada de tu olor. Sácame de quicio. Llévame a pasear atado con una correa que apriete demasiado. Hazme sufrir. Aviva las ascuas. Ponme a secar como un trapo mojado. No desates las cuerdas hasta que sea tarde. Sírveme un vaso de agua ardiente y bendita que me queme por dentro, que no sea tuya ni mía, que sea de todos. Líbrame de mi estigma. Llámame tonto. Sacrifica tu aureola. Perdóname. Olvida todo lo que haya podido decir hasta ahora. No me arrastres. No me asustes. Vete lejos. Pero no sueltes mi mano. Empecemos de nuevo. Sangra mi labio con sanguijuelas de colores. Fuma un cigarro para mí. Traga el humo. Arréglalo y que no vuelva a estropearse. Échalo fuera. Crúzate conmigo en una autopista a cien por hora. Sueña retorcido. Sueña feliz, que yo me encargaré de tus enemigos. Dame la llave de tus oídos. Toca mis ojos abiertos. Nota la textura del calor. Hasta reventar. Sé tú mismo y no te arrepentirás. ¿Por cuánto te vendes? Regálame a tus ídolos. Yo te enviare a los míos. Píllate los dedos. Los lameré hasta que no sepan a miel. Hasta que no dejen de ser miel. Sal, niega todo y después vuelve. Te invito a un café. Caliente claro. Y sin azúcar. Sin aliento..."
Báilame el agua, Daniel Valdés

Para Pamela Susan

3.10.07

"Creo que fui una vez
creo que fuimos

tu leche es mi vino
mi seda es tu brillo."

Desierto, James Douglas Morrison

Prefiero...

2.10.07

"Prefiero morir vicioso y feliz a vivir limpio y aburrido. Prefiero encontrar una estrella en el fango a cuatro diamantes sobre un cristal. Prefiero que la estrella queme, sea fuego, a un tacto rezumante de frialdad. Prefiero besar el duro suelo veinte veces para llegar una sola vez a lo más alto a escalar poco a poco, sin caer nunca pero sin llegar jamás a la cima. Prefiero que me duela a que me traspase, que me haga daño a que me ignore. Prefiero sentir. Prefiero una noche oscura y bella, sucia y hermosa, a un montón de días claros que no me digan nada. Prefiero una cadena a un bozal. Prefiero quedarme en la cama todo el día pensando en mi vida a levantarme para pensar en la de otros. Prefiero un gato a un perro. Porque el gato te araña, es infiel, te ignora, se escapa, pero sabes que, a pesar de todo, no podría vivir sin ti. En cambio, el perro es tonto, no sabe nada, te obedece hasta el absurdo. Prefiero las mujeres gato a las mujeres perro, por las mismas razones. Prefiero el mar a la montaña. La vida es una noche tumbado en la playa, mirando las estrellas sin verlas, soñando despierto, dejando que la arena se cuele entre los dedos de mis pies, embriagado de todo. Y la noche, siempre la noche. Nunca a la luz del sol. La noche es mágica. Me hace vivir, no pensar. Me pone en movimiento, rompe mis esquemas. Prefiero las noches frescas de verano, andar con poca ropa, sentarme en el suelo y meterme algo de vida en el cuerpo. La mañana me sabe a dolor de cabeza. Me da sueño. Me quita las ganas de hablar. Me recuerda que soy mortal. La noche me hace único. Prefiero el color de la sangre y de la gris niebla que difumina las cosas. Si sabe que prefiero el frío cuero, ¿por qué se viste con traje de terciopelo? Se me escurre entre los dedos...Prefiero experimentar las cosas, aunque me hagan mal. Aunque me hiervan la sangre. Prefiero probarlo todo a morirme sin saber lo que me gusta. Y, más que nada, prefiero la vida que dan sus besos de caramelo y la suave caricia de su piel caliente."

Báilame el agua, Daniel Valdés

"Si un cuerpo encuentra a otro cuerpo, cuando viene entre el centeno"

28.9.07

"Bueno, pues muchas veces me imagino que hay un montón de críos jugando a algo en un campo de centeno y todo eso. Son miles de críos y no hay nadie cerca, quiero decir que no hay nadie mayor, sólo yo. Estoy de pie, al borde de un precipicio de locos. Y lo que tengo que hacer es agarrar a todo el que se acerque al precipicio, quiero decir que si van corriendo sin mirar adónde van, yo tengo que salir de donde esté y agarrarlos. Eso es lo que haría todo el tiempo. Sería el guardián entre el centeno y todo eso. Sé que es una locura, pero es lo único que de verdad me gustaría hacer. Sé que es una locura."

El guardián entre el centeno, J. D. Salinger

El tabaco

27.9.07

"El tabaco casa admirablemente con el alcohol (si el alcohol es la reina, el tabaco es el rey), es un amable compañero con el que afrontar todos los acontecimientos de una vida. Es el amigo de los buenos y los malos momentos. Se enciende un cigarrillo para celebrar una alegría y para ahogar una pena. Estando solo o acompañado.
El tabaco es un placer de todos los sentidos: de la vista (es bonito ver bajo el papel de plata los cigarrillos blancos, alineados como para revista), del olfato, del tacto... Si me vendaran los ojos y me pusieran entre los labios un cigarrillo encendido, me negaría a fumar. Me gusta sentir el paquete en el bolsillo, abrirlo, palpar la consistencia del cigarrillo, notar el roce del papel en los labios, gustar el sabor del tabaco en la lengua, ver brotar la llama, arrimarla, llenarme de calor..."


Mi último suspiro, Luis Buñuel

Ocho y medio

"Miro al techo que hoy ha vuelto a gotear, hacía tiempo que no llovía así.
Y cada gota golpeando contra los cacharros de metal me hace pensar unas veces en sangre y otras veces en ti.
Lo que en realidad viene a ser lo mismo.
Lo que, por crueldad, ahora viene a dar igual.
O puede ser un ángel que una vez perdió la fe y fue expulsado, y que ha venido a agonizar justo encima de mi hogar y estas gotas sean sus lágrimas.
O puede que sea hora de entrar ya en razón y llegar a comprender que dentro de este horror no hay literatura, no, y eso tú lo sabes bien a fuerza de caer una y otra vez en una trampa mortal que en el tiempo dura ya ocho años y medio.
Seré muy breve: te quiero, y esto duele.
Y vino un pájaro a posarse en mi ventana.
Tenía una ala rota y su plumaje era gris y azul.
Y al acercar mi mano y comprobar que no, no echaba a volar supe de inmediato que lo enviabas tú.
Lo tomé entre mis garras y lo dejé morir, y cuando lo hizo aún llovía aquí.
Y la sangre al gotear entre zarpas de animal presagió mi suerte, como una ave que voló de Madrid hacia Gijón aun herida de muerte, reescribiendo la espiral de prometer hacerlo bien, de cometer un nuevo error, de no saber pedir perdón o pedirlo demasiadas veces.
Y aunque ahora escupo una oración helado de terror ningún dios responde aún.
¿Soy yo el que no ve o es que todavía no se hizo la luz?
Seré muy breve: te extraño, y esto duele.
Trato de encontrar una salida pero no recuerdo ni por dónde hemos entrado aquí.
Y contemplo junto a mí el cadáver del que fui, según tú, en una ocasión, y es la mancha de humedad la de la herida mortal impregnada en el colchón, y ahora que te oigo llorar en lugar de ir hacia ti me vuelvo a anestesiar y me limito a subir el volumen del televisor, o me concentro en recordar, para no pensar en ti, que tendría que llamar y que alguien venga a reparar la gotera de una puta vez, que ya cansé de recoger litros de agua gris, gris como un metal que un día relució y que ahora es suciedad.
¿Qué se hace para amar lo que quise despreciar ya una y mil veces?
Seré muy breve: te he perdido, y esto duele."

Ocho y medio, Nacho Vegas

Un buen día

"Me he despertado casi a las diez y me he quedado en la cama más de tres cuartos de hora, y ha merecido la pena.
Ha entrado el sol por la ventana, y han brillado en el aire algunas motas de polvo.
He salido a la ventana y hacía una estupenda mañana.
He bajado al bar para desayunar y he leído en el Marca que se ha lesionado el niñato.
Y no me he acordado de ti hasta pasado un buen rato.
Luego han venido estos por aquí y nos hemos bajado a tomarnos unas cañas, y me he reído con ellos.
He estado durmiendo hasta las seis y después he leído unos tebeos de Spiderman, que casi no recordaba.
Y he salido de la cama.
He puesto la tele y había un partido y Mendieta ha marcado un gol realmente increíble.
Y me he puesto triste el momento justo antes de irme. Había quedado de nuevo a las diez y he bajado en la moto hacia los bares de siempre, donde quedaba contigo, y no hacía nada de frío.
He estado con Erik hasta las seis y nos hemos metido cuatro millones de rayas. Y no he vuelto a pensar en ti hasta que he llegado a casa, y ya no he podido dormir como siempre me pasa."

Un buen día, J

Tengo yo un mueble que no es de madera

Tengo yo un mueble que no es de madera,
puse libros de todo tipo, aventuras, ficción,
un montón de libros con ideas ridículas
y un par de ellos con buenas ideas,
puse también mis diarios
en un sitio bien visible,
los diarios de mi niñez, con letra de molde de cuadernillo Rubio,
los de adolescencia, con las tapas llenas de fotos
de revolucionarios muertos y símbolos
que había visto dibujados por las paredes,
y los diarios más actuales, con muchas hojas arrancadas,
meses, años enteros,
besos entre sus páginas
... y algunas lágrimas también;
tengo yo un mueble que no es de madera,
y si me pongo boca abajo se llena de sangre
y se desordena todo.

Carlos Xavier Díaz

Los nadies

26.9.07

Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos.Que no son, aunque sean.Que no hablan idiomas, sino dialectos.Que no profesan religiones, sino supersticiones.Que no hacen arte, sino artesanía.Que no practican cultura, sino folklore.Que no son seres humanos, sino recursos humanos.Que no tienen cara, sino brazos.Que no tienen nombre, sino número.Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.

El libro de los abrazos, Eduardo Galeano

Y si bien...

"Y si bien en muchos de sus aspectos visibles
este mundo parece hecho en el amor,
las esferas invisibles fueron creadas en el terror."

Moby Dick, Herman Melville

Si pudieses...

"Si pudieses ser o el peor enemigo de Dios, o nada ¿qué elegirías?
Somos los hijos medianos de la historia.
No tenemos lugar ni propósito especial.
Y si no conseguimos la atención de Dios, no podemos esperar condena o redención.
¿Qué es peor? ¿El infierno o la nada?
Quema los museos.
Límpiate el culo con la Mona Lisa.
Así, al menos, Dios sabrá tu nombre."

El club de lucha, Chuck Palahniuk.

Siempre me gustaron los Setenta

Siempre me gustaron los Setenta,
las melenas rubias lacias de California
y las fiestas en la costa norte con cerveza fría en vasos de plástico
y la música alta distorsionada en altavoces cascados incapaces de aguantar a Morrison
y los gritos
y las chicas desnudas en noches de luna al amparo de las olas
y los cristales rotos de las botellas que nunca beberé.

Siempre me gustaron los Setenta,
las Ray-Ban en cabezas desordenadas y labios rojos y caras pecosas en conciertos inundados de amor y caballo,
los largos veranos sin hacer nada en el cementerio de bicicletas, en las dunas arenosas junto al lago
y la sal de tu cara junto al fuego, agrietada de tanto jugar a querernos
y pensar que siempre será así, un eterno verano que se acaba, un autobús de Septiembre sin retorno; y tú en la parada del olvido varada en unos Setenta que nunca existieron porque nunca los vivimos.

Siempre me gustaron los Setenta,
las guitarras rasgadas
y las tablas de surf rodeadas de bikinis de flores y éxtasis
y el rock de patillas y desiertos de horizontales sin más curvas que las de tu pelo contra el viento en el viejo Cadillac blanco
y el sudor de la carretera de tu cuerpo a la luz parpadeante del primer motel barato y sucio
y los lavabos donde te desnudas
y tu ropa que marca el camino hasta mi cama
y tu mano en mi espalda
y mi lengua en tu muslo
y tú y yo soñando con años Setenta en habitaciones decoradas con papel mohoso y unas pocas velas aromatizadas de recuerdos inexistentes
y el hielo de medianoche al pie del cartel de no vacancy
y de nuevo el sudor
y de nuevo el contoneo
y de nuevo el carnoso beso de tu pecho bajo las sabanas rasposas de almidón, dos niños sin escuela de Otoño arañando la vida, dejándose las uñas por una embestida más
por un nuevo beso carnoso
por un nuevo contoneo
por un nuevo sudor.

Siempre me gustaron los Setenta,
los tatuajes negros en hombros desnudos
y los patinadores aburridos
y la paz sobre el mar
y los vinilos junto a la cama con cascos de cortesía
y los billares nocturnos
y los punks con su vida de mierda arrastrada
y el cigarrillo que quema las yemas
y el sillón de pereza
y el sol de atardecer junto a ti si alguna vez hubiéramos vivido los Setenta y si alguna vez hubiésemos estado juntos…


Manuel Gutiérrez